hidalgo de panza ancha
y corazón partido, que vagas
jurando hebreo un camino
de paisaje desolado
y yerras de templo en templo
libando una fe
torcida
que destila manda-mientos
con tu biblia en la derecha
y un rosario en la izquierda
como escudo de armas
en esta lucha de gigantes...
oh mi rei-no!
hijo de marias,
quién te vió nacer puro
en belén pulcro
y yaces ahora gimiendo
colgado en campanarios
con espinas de rosa prensadas
sobre tu calvario
tú, que hazañas de lázaros
gestas a diestro y siniestro, di más!
que hoy callas durezas sepultadas
bajo la piel de tus manos...
oh mi rei-no!
hijo de reyes que perdiste tu corona
de oro y ahora
doblas tus rodillas
al dolor de unas espinas coronadas
por ser franco...
convertido en culto paga-no
de la diosa crisis, tras su cita
con la muerte rescatado
de sepulcro bajo un mástil
que ya no divisa sol alguno
y sólo carga la deuda
de un pueblo ignorante
oh mi rei-no!
que del hambre lloras lágrimas
como panes que multiplicas
a pares, y pides limosma
pobre tú, en tu viejo banco de la esquina
resignado, mendigando como puta
unas monedas que como agua de mayo
caen con cuentagotas y de milagro
yergan, para habitar tu sed en un cartón
de vino...
que andas pez
y sufres de naufragios
en este diluvio universal
de co-h-omicidios involuntarios
y almenas rotas
que ondean banderas
de azufre y sangre
oh mi rei-no!
clavado al asta de una bestia
por el costado, que derrama oles
de prestiges, cubatas y cemento
un asta que ajusta las clavijas
que estrangulan unas cuerdas
que rezuman suspiros hondos...
huérfano, que gastó sus huellas
de identidad hace mucho más de
una guerra, 2 partidos y 3 telediarios
y con arbitrio impuesto
busca el rastro de su paso último
por la tarjeta de credito...
oh mi rei-no!
bipolar diagnosticado,
tu cuerpo llenas de rios azul cielo
que a la noche se evaporan en lloros
que secas a ostias y mas vino
mientras suplicas a la roja luna
en las orillas del ebrio,
que acabe este infernal castigo divino...