martes, 21 de noviembre de 2017

prome-dios

ahí,
donde el colmo mena
a fuerza de arqueos
y de cadencia lenta
de húmedos y agotados versos
                                    flechados

donde los pétalos
deshojan los últimos protilos
y noches y días
pactan (sus) promedios

ahí,
donde se escucha en suspenso celaje
revelos plateados en base
a brillantes sonidos celestiales,
ya los astros florecidos
entonan cantos coloridos

ya las blancas tejedoras
urden los almíbares secretos
procurando el blanco néctar
del caolín de la aurora

ya achispando sesean
hundiendo las agudas saetas
en el vientre del momento
dilatando en malla
su anestésico lamento
mientras las blancas hifas
arman el oscuro sueño
por el bulbo de la noche…

ya el llanto nato
a vida y muerte,
principie oscuro
        temblor
crepita el cristal frígido

ahí,
por Do bulle
el enjambre ambarado
que derrite al miedo
y embriaga el alma...

martes, 21 de marzo de 2017

quiescencia

oh gran trama entretejida
entre octavas recogida
por holguras del memento
palpitando indefinida
desde antiguo mar revuelto

aliento derramado a sal
por la voz de las edades
versado caos por Do extiendes
blanda lengua universal

ah! suspiro que unísono
reverbera en las vísceras 
translúcidas del Céfiro,
lágrima manada en bruto
de las gónadas ancestras
que en solemne paso estrechas
a los henchidos costales
de las etéreas esferas

anádroma larva que escurre
en sierpe y muda recorre
piélagos frezando amares
con cadencia de aleteo
y quiescencia de corales
por las redes de Morfeo...

¡siente la pesada carga!
dilatada pugna en mano 
firme-mente estampada  
que hiende el origen vano
y ahorma tétricos perfiles
de cuajadas cicatrices 
en la blanca polvareda...

¡liba las urdidas hieles 
que con sigilo secreta!

!ya tú levántate Humano!

sábado, 11 de marzo de 2017

a Federico

tú, que plantabas geranios
bajo faldas de alcantarillas
y rezabas lluvias 
precipitando tiempos
en las fértiles fosas
rezumando hedor a fresca nemorosa,
que a pálido efebo menguado 
              tornadiza ruborizado
sonsacando una sonrisa desplegada
al compás de los jadeos
de dos cuervos devorados
cerrando en ciclo el rojo círculo curvado...

tú, redentor de los errados

que soltabas las garruchas que sostienen
el rotundo llanto de este mundo insostenible
para levantar un himen de azul párpado virgen
que ilumina casta tierra impenetrable

que soltabas las ateridas cuerdas
a lomo del yunque de la noche hibernal
mientras la campana silba el segundo inmortal
que carcome las mantas descarnadas

la soga que amarra despojo todo
ligada a los callos del cuello menudo
por donde aún trepaban en madreselva
y enroscaban agriando la saliva

¡ay! pobres balidos de plomo los que escapaban..

tú, en fín
que soltabas las raíces 
que sujetan los cenotafios
que lloran caracolas de amianto
que procuran a los mares grises..

¡y el cieno! ay el cieno...
sustrato de hombre ortiga
con corales de por venas
por do mana un fango 
que mastica con las manos
para dar forma a este amorfo sueño vidriado

¡ah! pero, 
si todavía las vacas
sólo mugen en los supermercados
y en el estómago del lodo,
si los rocines relamen su sed
y los ojos borrachos de adultos niños
anegados en acaudalados ríos de plata reseca

si el rey aún no
y el diente de león tampoco
si nada cae, y todo cae
y las bolsas ya tan hienas
no mas caben los valores..

¡dime, dime quién! 
¡quién nos librará de estas cadenas
que chirrían verde eco
por la sangre hueca
y que alcanzan a moisés
y su norma que aún impera todavía?

¡dime quién Federico!
¡quién cantará tu lamento
quién amansará el mío?
¡quién quebrará este arco 
que en parábola nos funde? 
¿quién lanzará el grito último 
antes de que fermente!

viernes, 17 de febrero de 2017

humedales

lluvia tendida en sábanas
de seda fina, despliegan tímidas
su aroma húmedo que excita
al musgo, como saliva
a las sílabas de un susurro..

tez oscura estremecida,
ya vacilas el ritmo marcado
empujando a las horas cautivas
que rezuman exhaustas
por los desnudos cristales fríos...

ya sólo talco queda
sobre el contorno terso y firme,
ya sólo trazo sigue
hasta el desvelado espasmo 
                           que insiste,
por el escombro de lo ensoñado..